jueves, 29 de diciembre de 2011

Caíste.

¿Hacer algo productivo con mi vida? Eso no entra en mis planes. Pequeños juegos enfermizos que no me dejan vivir en paz con el mundo. Espero que ardas en el infierno con toda tu rabia. De todas maneras te veré allí, tendré mi venganza dentro de unos años. Quizá más, pero es un plato que se sirve frío. No encuentres la manera de cambiar ahora después de tanto tiempo siendo una persona despreciable. No intentes ni siquiera acercarte a mí después de todo lo que pasaste para llegar hasta donde estás, hasta la inmundicia. No creo que debas sentirte muy orgulloso de lo que has hecho. No hay ni palabras para reflejarlo, es demasiado horrible para describirlo. Pero que se le va a hacer, lo hecho está hecho y en tu caso no hay vuelta atrás. Lo siento, pero estás condenado. Que digo lo siento, te lo tienes merecido por todas las injusticias que has hecho. No te mereces ni la mayor de las alegrías, ni una mísera sonrisa. Mereces dejar de sentir las buenas cosas y empezar a sentir el dolor de todos aquellos a los que hiciste sufrir. No digas que no te lo buscaste por que caíste de cabeza en la tentación. En Sol se ha ido y tú ahora estás totalmente solo en la oscuridad. Dejo que tus pesadillas te lleven hasta lo más hondo.

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