La tragedia que
sólo nosotros conocíamos se ha cristalizado en una gema color púrpura. Las
raíces de la semilla que un día planté por fin mecen mi cuerpo, no falta mucho
para que los pétalos inunden mi piel. Mis labios desdibujan el terror y el
dolor, crean la dicha y la paz. Mi corazón late con calma, la respiración sigue
por fin el ritmo de la vida, las lágrimas ya no son amargas. El calor cala en
mis huesos, las nubes han despejado un cielo que se alza lleno de futuro.
Yo gano.
Mi felicidad gana.
La energía carga
con el fervor de mil tormentas mis agarrotados miembros. El abismo que parecía
no acabar nunca se ha resquebrajado, mi valor ha arrojado luz a los pesados
muros y me ha dado alas para volar. La libertad del viento inunda y acaricia mi
piel, la tiniebla que ahogaba mis noches se ha disipado. Mi razón está clara,
la inseguridad se ha rendido, por fin tengo el control de mis sentidos. He
perdonado mi pasado y abrazado la incertidumbre de lo que está por venir. No
hay más por lo que temer.
Las pesadillas no
duran para toda la eternidad.
El Sol se alza
cada día.
La lluvia depura todo
el calvario.
Respiro. Siento. Sigo
viva. El mundo no se ha acabado.
Deja que marque
este día con un suave beso en tu mejilla. El mayor error fue no darme cuenta de
que no estaba sola. Tus brazos rodean mi pequeño cuerpo, un sinfín de agradables
mariposas me recorren. Déjame descansar sobre ti un poco más, colma mi espíritu
de belleza. La ternura forma mi núcleo, la canción resuena, la risa se escapa
tímida. El tiempo sigue, pero ya no me preocupa.
Ahora lo entiendo,
ella estaba equivocada.
Nací para amar,
mis sentimientos son más que suficientes. No estoy rota ni necesito que me
reparen. No necesito que nadie me salve, yo misma me he alzado. Estoy completa,
los cristales nunca antes reflejaron tal certeza. El vacío no define mi
emoción, lo que siento es válido y no es mera ilusión. La parálisis se ha
curado, mis ojos por fin pueden ver el paraíso que bajo ellos crece.
Placer.
Siento placer.
¿Es así cómo se
siente el placer de verdad?
Nací para ser
amada, mi naturaleza es bella. Siempre tuve el derecho y jamás debí dejarle
engañarme a pensar que no. La culpa ya no me castiga, la desgracia ha caído en
el olvido. El espejismo se ha convertido en realidad, no hay nada de malo en
soñar. Se quemó la venda que un día cubría mi razón, la desesperación torna en
esperanza y el ciclo está lleno de ilusión. La toxicidad se ha purificado, ya
no hay sitio para la oscuridad.
Ella ha
desaparecido al fin. La voz que martirizaba, la voz que me torturaba, la voz
que alimentaba. La voz que era yo misma…
Todo irá bien.
Todo irá a mejor.
Realmente eres
aquello que más deseaba.