Esto es un adiós para siempre.

Es difícil hablar sobre él cuando saber que jamás volverá. Cuando sabes que jamás lo verás sonreír. Cuando sabes que nunca más volverás a verlo. Después de todos estos años sin él, aprendes a vivir a sabiendas de que no va a estar esperándote con los brazos abiertos. Después de todo, te sientes culpable por no haber podido despedirte de él. Cuando saber que no podrás volver a decirle adiós en condiciones. Sabes que todo a acabado cuando lo superas. Y creeme, es duro levantarse por la mañana y saber que él no esta entre los mios. Que él ya no está, que nunca podré volver a abrazarlo como siempre. Me siento culpable por no poderle haber dicho todo lo que siempre he querido decirle. Que le quería y que era una de las mejores personas que pudo haber y habrá. Saber que él siempre estuvo ahí sin ninguna queja. Como un segundo padre para todos nosotros. Es fácil saber que fue feliz mientras vivía. Es difícil saber cuanto dolor albergo en mi corazón, todo lo que he llorado por ello. Todo el sufrimiento que sigo pasando al saber que esta lejos de mí. Cuando saber que no podrás jugar más con él. Sentir que la vida se te va al ver donde va a residir por el resto de su eternidad. Duele saber que tanta felicidad se va por no poder contenerla mucho tiempo. Todo eso da paso a un dolos indescriptible, a un vacío que no puedes llenar con nada. La felicidad se te escapa por la boca a cada suspiro que das. No puedes creerte que él se ha ido y piensas que nada de esto a pasado. Que ha sido una horrible pesadilla. Una horrible pesadilla de la que te levantarás soñando, pero al menos sabes que el está. Pero nada es como lo pintan, no se puede hacer nada contra lo que ya está echo. No se si debo seguir sonriendo y aumentar mi depresión hasta limites insospechados. Esto es una adiós para siempre, estoy dolida. Siempre se llevan a las mejores personas. Ya sabes lo que se dice, mala hierva nunca muere. Terminar diciendo que gracias por todo lo que me enseñaste en vida, descansa en paz.