miércoles, 19 de octubre de 2011

Aquí y ahora.

No encontrar la inspiración para escribir algo es deprorable. No encontrarla hace que nadie pueda seguir leyéndote como lo hacía antes, como tu quieres que lo hagas. Sorpresas que te encuentras después de dos días debajo de la sombra. Nada que decir, nada a quien le importe. Demasiado estrés, nada que hacer en este mundo. La genialidad es totalmente proporcional al aburrimiento que tengas. Nada es comparable con ello. Nada, no sale nada de este estrambótico cerebro pero yo sigo escribiendo esperando a llegar a alguna conclusión clara de lo que escribir. ¿Coherencia? Es lo que más le falta a este texto, coherencia a montones. Tal vez debería sacar el tarro y echarle un poco. Canciones tristes y alegres pasan por mi reproductor de música, solo teniendo en común una cosa. Todas son del mismo alucinante y viejo grupo que pocos conocen y que los pocos que lo conocen quieren que vuelven. Nada que pensar acerca de un posible regreso a mi otra vida. Sigo aquí intentando hacer algo productivo con mi vida, pero no hay manera de hacer una derechas. Demasiado difícil para mí de intentar pensar algo que tenga sentido aquí y ahora.

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