Vaya bien.

Caminar por la vida sin que nada te importe, sin saber donde te diriges y aún así no quieres ni saberlo. Tener que soportar día a día las duras decisiones que te propone. No sabes donde vas a acabar y necesitas saberlo. La ira te corroe por dentro y te quema, pero te mantienes alerta. La guardas dentro de ti, protegiéndola del mundo exterior. No quieres que ese dolor acabe con todo lo que has soñado, todo lo que tienes se desmorona con un simple suspiro. Cualquier cosa que digas será utilizada en tu contra y no podrás volver hacia el pasado. No puedes arreglar nada, simplemente por que no quieres arreglarlo. Las cosas son así y estás mejor que nunca, estén mal o estén bien. Puede que un día después de veinte años todo vuelva a ser como antes y tú ya estés cansada de todo y no quieras volver. Todo te da igual, solo necesitas desconectar del mundo. Aunque sea por mucho tiempo y te agote por completo. Da igual lo que tardes en darte cuenta de todo, siempre irá mal cuando quieras que vaya bien.