jueves, 23 de febrero de 2012

Respeto.

Puede que aquí las cosas se hagan de distinta manera, pero las leyes son las mismas. No habrá paz para los malvados. Si supieras todas las faltas de respeto que se pasan por la cabeza, pero que no las digo por miedo a ofender, te caerías muerto ahora. Te haré sufrir como Satán, te haré arrepentirte de todo y de todos. Las décadas pasan y la decadencia va aumentando. Las generaciones que van pasando y cada vez son peores. Cada una es más degradante que la anterior. Todos pensamos que nacimos en la época equivocada, que no pertenecemos a nuestro tiempo. En cierto modo así lo es, sentimos nostalgia por aquello que pudimos ser en un pasado no muy lejano. Cuando el mundo no se había formado o cuando la vida podía aguantarse. Cuando las personas se respetaban entre ellas y no había quien dijera algo malo de alguien. ¿Cuándo fue eso, pensáis? Yo os lo diré, nunca. Nunca lo ha sido, ¿por qué creéis que nos va tan mal? Los meses pasan y no se hace nada para pararlo todo, de soltar todo el aire y ahogarse hasta morir. De sentir que todo el mundo te odia y te mira al pasar, que todo el mundo dice algo malo de ti. No pasa nada, una sonrisa en la mejor solución para todos tus pequeños problemas y, a veces, la mejor venganza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario