domingo, 12 de diciembre de 2010

Distintos caminos, mismo destio.

Ella y yo seguimos nuestros caminos. Son distintos, lo sé, pero me da igual. Ya todo ha pasado y no hay nada de lo que arrepentirse. Nada que ocultar. Todo esta dicho, no se puede hacer nada para arreglarlo. Ni aunque pasaran cien años, volvería a ser como antes. Ya no hay nada más que decir, las palabras no me salen. Con todo mi dolor, tengo que decirte adiós para siempre. Se que habrá dolor y lágrimas, pero también sé que habrá risas y sonrisas. Todo ha acabado, las dos lo sabemos. Siempre nos quedaran nuestros recuerdos, por mucho que nos duela recordarlos ahora, con el tiempo, nos harán reir en nuestros peores días. Recordaremos todo lo que vivimos, nuestras aventuras, nuestras tontadas, nuestras historias,... Todo. Siento que pase todo esto, pero algún día tendría que ocurrir. No todo en la vida es felicidad. Hay momentos en los que necesito llorar, por muy absurdo que me resulte. Me sentirés muy bien. Una chica, de vez en cuando, tiene que soltar alguna lagrimilla, por mucho que le cueste. Hasta la más dura lo hace, aunque tenga que vencer a su orgullo. Espero que te vaya bien y que algun dia nos volvamos a reencontrar.

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