martes, 8 de mayo de 2012

Cuando te des cuenta.

Creí que dejar mis sentimientos aparte y comportarme fría serviría de algo, no me equivovaba. Volví de nuevo, después de caerme cada mañana frente a mí cama. Después de sentirme como si fuera un desecho de la sociedad que nadie quiere, como si fuera invisible. Deja que este mundo explote por todo lo que ha dejado de luchar con el tiempo pasado. No creo en lo que no veo, creo en que existo de alguna manera. Tatas veces le grité al cielo para que me dejara ir y resulta que al final pertenecía a ese lugar que tanto odié. Por el cual tantas veces lloré, por el cual tantas veces sentí que estaba sola cuando en realidad estaba rodeada de gente. No se trata de irse y evadir los problemas sin más, es el abrir los ojos y ver como es en la vida en realidad. Abrir los ojos para por fin ver todo claramente como es, no dejarlos entreabiertos para verlo como ''debería'' ser. En la oscuridad sientes como las luces de esperanza que te quedan se van apagando poco a poco, una trás una. Hasta que al final, el último atisbo de lucidez y libertad se apaga dejando una brisa de inseguridades trás de sí. Te cierras dentro de ti sin querer mirar hacia delante. Perdiendote el presente por pensar en qué será de ti en un futuro. No me sirve de nada pensar en el futuro si lo voy a malgastar igual que lo estoy haciendo ahora. Cuando te das cuenta de que muchos sentimientos son válidos. Cuando te das cuenta de que sirves para algo más que para lamentarte de todo y más. Cuando te das cuenta de que no debes ser insegura. En ese momento, se empiezan a encender todas las luces de las esperanzas perdidas y te conducen hasta la libertad y la gloria.

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