viernes, 29 de marzo de 2013

Seguir existiendo.

Él conoce el rojo de la rabia y el azul de la desesperación, pero sus ojos nunca van a cambiar la pureza del blanco. ¿Qué harías tú si tuvieras que soportar su mismo destino? Si tú supieras el dolor y el sufrimiento que debe soportar día a día. Si tan sólo conocieras una milésima parte de todo lo que pasa dentro de él... Quizás entenderías porque su comportamiento hacia ti es de esa manera. Por fin empezarías a darte cuenta de lo que pasa a tú alrededor, dejarías de intentar ser siempre la pobre víctima y actuarías como deberías. Al contrario que tú, él debe llevar sobre sus hombros el peso de la injusticia provocada por todos ellos. Tú no debes cargar con una maldición el resto de tú vida. La soledad que le marca desde hace años es tan grande que ya ni siquiera puede superarla. Está tan dentro de él que hasta se alimenta de su ser. Le arranca de sus entrañas las esperanzas y devorando todo a su paso, le deja casi sin fuerzas para querer seguir existiendo.

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