Te deseo, pero no puedo tocarte.
Mis brazos tratan de llegar hasta ti, no alcanzan tu cuerpo. Estás demasiado
lejos de mí. Se siente como si entre nosotros sólo hubiese extrañeza, timidez y
falsas sonrisas.
Jamás podré cumplir tus deseos, no
soy nada. Ni siquiera soy y, aun así, mis sentimientos arden en mi interior
como el fuego. Las lágrimas caen por mis coloradas mejillas. Están llenas de
tristeza, dolor y menosprecio. Me las merezco, eso ya lo sé. Simplemente me
cuesta ver esta verdad.
Te deseo, pero no quiero ofenderte.
Mis torpes dedos tratan de pasarse por tu delicada piel, nada excepto vacío
sienten. Tiemblan llenos de miedo, temen molestar tu tranquilidad; sobrepasar
el límite y rasgar la confianza.
Anhelo posar mi cabeza sobre tu
pecho, escuchar el dulce fluir de tu núcleo. Anhelo las caricias, el roce y el
abrazo. Sentir el calor de tus brazos alrededor de mi pequeño cuerpo. Sentir
cómo me completas. Quiero el susurro de tus labios en mi oído mientras me
estremezco. Quiero la quietud de tu ser sobre mí.
En los albores estimo ver tu
pausada vida, abrir mis ojos y aceptar que estás allí de verdad. Notar la
ralentización del tiempo a nuestro alrededor, pedir al universo que pare el
crecimiento. Despertar y elevarte hasta la vigilia. Acercar nuestros rostros, dejar
que la intuición haga el resto.
Las pesadillas paralizan mis
noches. Los ataques me golpean hasta en lo onírico. Caigo al suelo, mis
rodillas crujen. Mis manos vuelan hasta mi pecho, aprietan tratando de dar
finitud a algo sobre lo que no tienen control. Sin embargo, tú siempre estás
ahí para mitigar el infierno. Y eso es lo que más me mata.
Te deseo, pero te prometo que esto
terminará. Te prometo que destruiré estos sentimientos. La vergüenza me llena.
Lo siento, demasiado. Realmente siento haberme enamorado de ti. Sabía que no
tenía derecho alguno, esto es consecuencia de mi error. Perdona a mi alma, la
mantendré suspendida. No te molestará nunca más.
¿Ves? Ya se ha ido. Ahora soy una
muñeca vacía sin emociones en su mirada que intenta dar sentido a algo que jamás
lo tuvo. Mis últimos momentos acaban de llegar, los hilos ya han sido cortados.
Farewell, my lost one.
Farewell, my dear one.
Farewell, my loved one.
Realmente eres aquello que más
deseaba.
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