jueves, 30 de marzo de 2017

Farewell.

Te deseo, pero no puedo tocarte. Mis brazos tratan de llegar hasta ti, no alcanzan tu cuerpo. Estás demasiado lejos de mí. Se siente como si entre nosotros sólo hubiese extrañeza, timidez y falsas sonrisas.
Jamás podré cumplir tus deseos, no soy nada. Ni siquiera soy y, aun así, mis sentimientos arden en mi interior como el fuego. Las lágrimas caen por mis coloradas mejillas. Están llenas de tristeza, dolor y menosprecio. Me las merezco, eso ya lo sé. Simplemente me cuesta ver esta verdad.
Te deseo, pero no quiero ofenderte. Mis torpes dedos tratan de pasarse por tu delicada piel, nada excepto vacío sienten. Tiemblan llenos de miedo, temen molestar tu tranquilidad; sobrepasar el límite y rasgar la confianza.
Anhelo posar mi cabeza sobre tu pecho, escuchar el dulce fluir de tu núcleo. Anhelo las caricias, el roce y el abrazo. Sentir el calor de tus brazos alrededor de mi pequeño cuerpo. Sentir cómo me completas. Quiero el susurro de tus labios en mi oído mientras me estremezco. Quiero la quietud de tu ser sobre mí.
En los albores estimo ver tu pausada vida, abrir mis ojos y aceptar que estás allí de verdad. Notar la ralentización del tiempo a nuestro alrededor, pedir al universo que pare el crecimiento. Despertar y elevarte hasta la vigilia. Acercar nuestros rostros, dejar que la intuición haga el resto.
Las pesadillas paralizan mis noches. Los ataques me golpean hasta en lo onírico. Caigo al suelo, mis rodillas crujen. Mis manos vuelan hasta mi pecho, aprietan tratando de dar finitud a algo sobre lo que no tienen control. Sin embargo, tú siempre estás ahí para mitigar el infierno. Y eso es lo que más me mata.
Te deseo, pero te prometo que esto terminará. Te prometo que destruiré estos sentimientos. La vergüenza me llena. Lo siento, demasiado. Realmente siento haberme enamorado de ti. Sabía que no tenía derecho alguno, esto es consecuencia de mi error. Perdona a mi alma, la mantendré suspendida. No te molestará nunca más.
¿Ves? Ya se ha ido. Ahora soy una muñeca vacía sin emociones en su mirada que intenta dar sentido a algo que jamás lo tuvo. Mis últimos momentos acaban de llegar, los hilos ya han sido cortados.
Farewell, my lost one.
Farewell, my dear one.
Farewell, my loved one.

Realmente eres aquello que más deseaba.  

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