martes, 23 de octubre de 2012

Locura.

+¿Por qué?
-¿Por qué?... qué.
+No lo entiendes, ¿verdad?
-Quizás si me lo explicaras todo alguna vez todo nos iría mejor.
+No tengo porque dar explicaciones para algo que tú has hecho.
-Pero si yo no he hecho nada...
-Ah, ¿no?
-Pues claro que no, no te inventes las cosas.
+No tengo porque inventarme algo que es verdad. No tengo porque inventarme un sufrimiento que jamás quise pasar. No tengo porque inventarme todas esas noches en vela que pasé pensando en ti y llorando por todo lo que pasó.
-Todo esto en una especie de locura, no puede estar pasando.
+No intentes eludir lo que oyes, todo lo que te estoy diciendo es verdad y tú lo sabes bien que sí.
-...
+El silencio en una discusión es un gran síntoma de aquel que no sabe ya ni lo que decir, de aquel al que se le han acabado las mentiras y ya no sabe ni lo que contar.
-Pero dijeron que...
+No importa lo que dijeran los demás, ¿crees que en situaciones como esta deben aparecer los demás?
-Pues...
+Pues NO, no deben por el simple hecho que ya han hecho bastante por arruinarlo todo con más mentiras. 

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