jueves, 12 de mayo de 2011

Los conejitos suicidas y el arca de Noé.

Era un día como todos los demás, tranquilo. El Sol brillaba en lo alto del cielo azul. Gee y Matt estaban viendo como un par de animales de cada especie subían a un arca, que un tal Noe había construido. Según él, este día maravilloso se iba a convertir en un día horrible, que iba a empezar a diluviar. Había avisado a todas las especies, pero ellos dos no querían fiarse de un viejo cascarrabias, así que se quedaron en tierra leyendo y tomando el Sol. Hacia la una de la tarde empezó a diluviar, tal y como el viejo había predicho. A ellos ya no les importaba, iban a morir de todas maneras.

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