martes, 19 de abril de 2011

Recoger los pedazos de mis sueños rotos.

-Porque, a pesar de lo que digas, has dejado mucho atrás. Mientras que no seas capaz de mirar al pasado sin dolor, nunca te forjarás una nueva identidad y un nuevo destino.
+Se que después de todo he sufrido por todo y por todos. Sé que jamás volverá a ser como antes, lo reconozco. Pero me causa demasiado dolor saberlo. No soy capaz de mirar al pasado sin dolor.
-Es demasiado duro. Es doloroso haber estado creyendo en alguien tantos años. Creer que te quería, que ibais a estar juntas el resto de vuestra vida. Es duro saber que no volverás a confiar en ella como lo hiciste un tiempo atrás.
+Me siento como si una parte de mí, una parte de mi alma se hubiera ido con ella. Como si me hubieran arrebatado una parte de mí. Estoy vacía por dentro. No se ni lo que sentir ni lo que pensar. Solo quiero salir de esta profunda soledad, es demasiado fuerte y yo soy muy débil.
-Pero no estás sola, jamás lo estarás, aunque ella ya no esté contigo en los buenos y en los malos momentos. Mientras vuestra amistad siempre permanecerá en tu mente, ella estará contigo, estés donde estés y vayas donde vayas. Una amistado como esa no se olvida fácilmente. Te deja marcada de por vida.
+Pero el adiós fue tan duro... Eso si que me dejó marcada para toda la eternidad. Sentí como mi vida iba derrumbándose poco a poco. No entendía nada de por qué nos estaba pasando esto, estaba fuera de mi capacidad de entendimiento. Entonces ella se fue y no volvimos a estar juntas como antes. No puedo creer que todos estos años estuvimos demasiado bien y que al final, todo terminó en una bonita mentira. Solo me queda decir que lo más duro fue tener que recoger los pedazos de mis sueños rotos.

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