Ella.

Todo empieza con la verdad y acaba con la mentira. Empieza como un sueño y acaba como una desilusión. La confianza se cae como un efecto mariposa que empieza con un pequeño tropiezo. Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Cuando dejan a la vista una pista sobre su mentira, todo se empieza a agrandar y el daño es mayor. No esperes que alguien guarde tú secreto si ni siquiera tú has sido capaz de hacerlo. Y llegará un día en el que te darás la vuelta y verás el daño que has hecho con una pequeña mentira que creíste olvidada. Creerás que con pedir perdón bastará y te darás cuenta que en verdad se siente tan mal como para no saber ni lo que hacer contigo. Que la has defraudado tanto que ella ya no sabe ni por donde cogerte, que ya no sabe ni como tratarte. Que todo ha pasado por cosas peores y de que crees que se le pasará al cabo de cinco minutos como siempre. Que se caigan años de confianza parece que no se siente nada en el corazón de ella, solo un pequeño arañazo en su coraza de hierro. Ella, la alegre, la sonriente, siempre dispuesta a ayudar. La persona más buena y la tratada como la más tonta. Ella, la que siempre debe levantarse con una sonrisa, la que debe dejarlo pasar todo como si ni hubiera pasado nada. Ella, la que se acaba cansando. Ella, la que acaba siempre teniendo la culpa de todo.