sábado, 22 de enero de 2011

Un simple adiós.

Nadie te dice que como es la vida. Nadie te enseña a sobrevivir día a día. La vida te enseña muchas cosas, muchas de ellas son muy importantes. Muchos aprenden más que otros. Demasiadas personas rechazan la enseñanza que ella nos da. Nadie nos enseña nada. La vida pondrá a cada uno en su sitio. El tiempo lo dirá. La vida es demasiado dolorosa como para vivir en ella eternamente. Todos, con el tiempo acabamos muriendo. Nadie se salva. Da igual, no te podrás esconder de ella, te acabará encontrando. Tu hora llegará tarde o temprano. ¿Vive el momento sin pensar en el mañana? Para que. Nunca podrás tener la libertad que siempre soñaste, siempre habrá alguien detrás de ti cortándote las alas. Nunca podrás hacer lo que quieras y cuando quieras .Nunca puedes decir que no te has sentido solo. Siempre hay días malos en los que no quieres hacer nada. Te quedas esperando ahí, sentado, sin decir ni hacer nada. Esperando que llegue la hora del final. Por mucho que intentes levantarte cada mañana con una sonrisa, no puedes. Solo consigues fingir y sacar una sonrisa pintada. No hay nada de malo en llorar de vez en cuando, cuando nadie te ve ni te oye. Cuando no hay nadie que te pueda ayudar, cuando ya nadie te quiere ni respeta por lo que eres. Cuando te tratan de falso y no quieres seguir viviendo y ya has probado todo lo posible para ser feliz. Nunca ha habido una fórmula de la felicidad, nunca la ha habido y nunca la habrá. Estoy harta de que me digan cómo me siento. Ellos no saben cómo me siento por dentro. Nunca ha sido yo. Nunca se han enfrentado a mi vida, no pueden intercambiarse por mí. Creen que lo saben todo de ti, pero en realidad solo conocen la punta del iceberg. Nunca llegarán a conocerme tal como soy, por muchos años que pasen. Ellos jamás sentirán lo que yo he llegado a sentir un día como hoy. Es demasiado duro como para describirlo con palabras exactas. El silencio que hay en una habitación a oscuras es aterrador. No hay nada peor que eso, ni siquiera la muerte. Ni siquiera el abandono que sientes en algunos momentos a lo largo de tu vida. A veces siento que doy un adiós normal, pero que al final acaba siendo un adiós definitivo, para siempre. No se puede cambiar el curso de las cosas, es inevitable cambiar lo que el destino tiene para ti. Por mucho tiempo que pase, siempre lo recordarás. Algunas personas intentan evitarlo, luchan contra ello. Pero sus esfuerzos son en vano. Un simple adiós que te cambia la vida para siempre, uno que te separa de todo lo que quieres y de las personas a las que amas. Es demasiado duro, pero tarde o temprano tienes que hacerlo. Solo tienes que mirar al pasado, por que el corazón nunca olvida.

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